Viajar es mi forma favorita de recargar pilas, abrir la mente y llenar el alma de historias. No importa si es un destino lejano o un rincón escondido cerca de casa, siempre hay algo nuevo por descubrir.
En esta entrada, quiero compartir contigo algunos de mis viajes favoritos: esos lugares que me hicieron detenerme, respirar hondo y pensar: «Esto es lo que se siente estar vivo».
Prepárate para paisajes impresionantes, anécdotas inesperadas y, sobre todo, un montón de inspiración para tus próximas aventuras.
¿Listo para empezar el viaje? ¡Vamos allá!
Asturias
Asturias es ese lugar que combina naturaleza, música y aventuras en una sola escapada, y nuestro viaje fue la prueba perfecta de ello. Todo comenzó con un festival de música al que fui con dos amigas, y, spoiler alert: ¡lo pasamos increíble! No solo disfrutamos de buena música, sino que conocimos a gente de toda España, creando recuerdos y anécdotas que todavía nos sacan una sonrisa.
Después del festival, nos lanzamos a explorar los rincones mágicos de Asturias. Entre rutas de senderismo, playas de ensueño y pueblos que parecen sacados de una postal, cada día era una aventura diferente. Si estás pensando en ir, te recomiendo que elijas el verano: es cuando el tiempo está más de tu lado… aunque, ojo, ¡Asturias sigue siendo Asturias y la lluvia puede sorprenderte!
De hecho, una de nuestras anécdotas más locas fue un día en el que llovió absolutamente las 24 horas. ¡Se nos empapó todo! Al final, acabamos durmiendo las tres dentro del coche, intentando encontrar la postura perfecta entre mochilas y risas nerviosas. Fue incómodo, pero también una de esas historias que ahora contamos con cariño.
La mejor forma de disfrutar Asturias es quedándote en casas rurales o incluso acampando si te gusta la aventura. Eso sí, imprescindible llevar coche: muchas de las rutas y paisajes más bonitos no son accesibles de otra manera. Y aunque no podíamos irnos sin visitar los famosos lagos de Covadonga, ¡el clima nos jugó una mala pasada! Cuando llegamos, la niebla era tan espesa que no pudimos ver absolutamente nada. Así que, si decides ir, ten en cuenta que necesitarás un poco de suerte para disfrutar de las vistas.
Asturias nos dejó con las botas llenas de barro, el corazón lleno de historias y la certeza de que hay lugares en España que parecen de otro mundo. ¿Te animas a vivir esta aventura?