Mi año en el extranjero

Irme a vivir a Dublín como au pair fue una experiencia que cambió mi vida y que recuerdo con muchísimo cariño. Durante un año entero, cuidé a tres niñas maravillosas de 5, 7 y 9 años. Mi día a día estaba lleno de juegos, manualidades, deberes y momentos divertidos con ellas. Me encargaba de su rutina diaria: prepararles la comida, ayudarlas con los deberes y, sobre todo, asegurarme de que siempre tuvieran una sonrisa.

Aunque cada familia es un mundo, tuve la suerte de encontrar una familia respetuosa con mis horarios y mi tiempo libre. Me dejaban elegir la comida de mi preferencia (¡se agradece mucho cuando estás lejos de casa!) y siempre respetaban mis días libres, permitiéndome disfrutar y explorar a mi aire.

Consejos para ser au pair

Si estás pensando en ser au pair, aquí van algunos consejos basados en mi experiencia:

  1. Elige bien a tu familia: La mejor forma de encontrar una familia es a través de plataformas como aupairworld.com, o en grupos de Facebook o WhatsApp dedicados a au pairs. Habla mucho con ellos antes de aceptar, para asegurarte de que sus expectativas y las tuyas estén alineadas.
  2. Aclara horarios y responsabilidades: Habla desde el principio sobre tu horario, tus días libres y tus tareas. Es importante saber qué se espera de ti para evitar sorpresas.
  3. Aprovecha tu tiempo libre: Dublín y sus alrededores tienen muchísimo que ofrecer. Dedica tus días libres a explorar, conocer gente nueva y vivir experiencias.
  4. Haz amigos: Tanto otros au pairs como locales. Yo tuve la suerte de hacerme amiga de au pairs de todo el mundo y de personas que ya vivían en la ciudad. Esto me permitió disfrutar Dublín al máximo y tener compañía para viajar y descubrir Irlanda.

 

Exprimir al máximo la experiencia

Durante mi tiempo en Dublín, aproveché cada oportunidad para explorar. Nos íbamos de fiesta por los pubs irlandeses (los de Temple Bar son un clásico, pero también hay rincones más auténticos si te alejas del centro). Visitamos cualquier lugar que llamara nuestra atención, desde parques hasta museos.

Más allá de la ciudad, me enamoré de Irlanda: sus paisajes, sus pueblos y su magia. Un viaje inolvidable fue recorrer el sur de la isla en autocaravana, descubriendo rincones espectaculares y paisajes que parecen sacados de un cuento. Además, esta experiencia como au pair me permitió ahorrar lo suficiente para viajar a otras ciudades y países. Con mis amigas visitamos Londres, Edimburgo, París y otros destinos que hicieron que esta etapa de mi vida fuera aún más especial.

Ser au pair es una forma increíble de vivir en el extranjero. Aprendes a adaptarte, a convivir con otras culturas y, lo más importante, a conocerte mejor a ti mismo. Mi año en Dublín me dejó recuerdos imborrables, nuevas amistades y un trocito de Irlanda en mi corazón. ¿Te animarías a dar el salto?